Reportajes

lunes, 13 de febrero de 2012

Paseo por Tui

 
Tui Medieval
Fueron muchos los siglos de convivencia. La interrelación social entre hebreos, musulmanes y cristianos en la península ibérica  aportó riqueza a la sociedad medieval.
Uno de los hechos más característicos de la comunidad judía era su origen bíblico (formaban parte del pueblo elegido, del pueblo en el que nació y predicó Cristo, y por lo tanto Jesús también era hebreo).
Pero esta razón se olvidaba, para señalar más, y con crueldad la crucifixión de Cristo “hecha por los judíos” y por lo tanto eran un “pueblo deicida”, tal como les gustaba recordar a los cristianos cuando las relaciones de convivencia se tensaban.
En Galicia, el número de judíos parece ser escaso – si lo comparamos con el sur peninsular – y los primeros judíos documentados van a estar en Celanova en los siglos X y XI, relacionados con la actividad mercantil.
En Galicia, los hebreos serán un grupo predominantemente urbano. A Coruña, Ourense, Lugo, Pontevedra, Baiona, Rivadavia, Allariz o Monforte de Lemos, albergarán poblaciones judías, no muy numerosas. En el siglo XV las poblaciones judías se dispersan por el rural huyendo de persecuciones y matanzas. Salvo casos excepcionales, en las villas gallegas la convivencia entre judíos y cristianos debió ser pacífica. No se conocen “pogromos” contra las juderías. Pero no significa que no existiesen medidas de apartamiento y marginación de la población judía, arbitradas tanto por los monarcas como por la Iglesia.
La Comunidad Judía de Tui.
A pesar de tener pocos datos, se considera que la comunidad judía de Tui era importante en el panorama social gallego en los siglos medievales.
Aljama
Es una denominación jurídica medieval que registra la presencia de una organización comunitaria, de judíos o moros.
Como Aljama la comunidad hebrea de Tui precisaba de un Consejo de ancianos y de un judio Mayor para asumir la representación de la comunidad delante del señor feudal, obispo o Ayuntamiento, siempre para intervenir y solucionar `problemas de los judíos. Del mismo modo, los judíos tenían su propio tribunal de justicia para dirimir pleitos o delitos que afectase exclusivamente a la comunidad.
El término Aljama en Tui aparece en células reales
La judería
No debe confundirse, pues ésta última se refiere solamente a la zona habitada por judíos. En sentido estricto del término no se podría aplicar a Tui puesto que no se formó una población judía en un lugar determinado de la ciudad y con carácter mayoritario. En la época de mayor florecimiento de la ciudad (S. XII a XIV) se pudo dar algún tipo de concentración en algún barrio pero la documentación no hace referencia  a nombres de calles que den pistas de su presencia mayoritaria tal como aparece para los herreros, zapateros, carpinteros, etc.
Aunque más que probable la presencia de judíos en Tui desde tiempos altomedievales, no se puede remontar más allá del S. XII su presencia continua y conformadora de una comunidad diferenciada.
Es conocida la labor de Fernando II como protector de los judíos, principalmente por la carta foral de Salamanca donde les aporta una serie de privilegios que los ponía en pié de igualdad con los cristianos.
Del mismo modo el monarca portugués Afonso Henriques favoreció el desenvolvimiento de las comunidades hebreas en su reino.
Estos dos reyes emplearían muchas fuerzas y tiempo en tomar y reconquistar Tui para sus respectivos reinos en la segunda mitad del S. XII.
Finalmente, tanto uno como otro otorgarían privilegios y beneficios a la ciudad, siendo Fernando II el encargado de definir Tui, ampliando su perímetro urbano, concediéndoles carta foral  ventajosa y obligando a la construcción de una muralla que protegiese tan fundamental punto estratégico.
Fernando II haría especial hincapié en la parte mercantil do su fuero, lo que privilegiaría a los tudenses en sus tratos comerciales con el exterior. Suponía una posición favorecedora para los mercaderes que incrementaba el valor estratégico de Tui y sus puertos fluviales. Los judíos no debieron ser ajenos a estas condiciones favorables y pudieron habitar Tui ya en la segunda mitad del S.XII.
Uno de los elementos más carismáticos  y reveladores de la presencia hebrea en Tui lo conforma la “menorá”(símbolo importante de la religión judía en el exilio) o candelabro de siete brazos, grabado en el canto de la galería oriental del claustro cardenalicio.
Orientada cara a la Sala Capitular románica (S.XII) en un lugar preeminente para la vista, está acompañada de dos letras iniciales en alfabeto latino (F p) cuyo significado tendrá que ver con la intención de una donación de una comunidad mas que con el signo de un cantero.


Hay amplia variedad de calles habitadas por judíos: Triparia, Canicouba y la misma Plaza del Ayuntamiento. Refleja más la dispersión que una  integración total con los vecinos de Tui.
La Casa Negra

Es significativo el nombre dado a una Torre de la muralla: Torre del Judío, que está en Rúa Nova y forma parte del conjunto de la Casa Negra.
Detrás de la chimenea la Torre del judío
La sinagoga
Estaba ubicada junto a la muralla cerca de los viejos palacios episcopales, lugar interesante porque quedaba así bajo la protección del obispo, hecho que se puede relacionar con la anterior donación hecha para las obras del claustro catedralicio, que pudo ser un acto de la comunidad hebrea de Tui para congraciarse con el obispado y construir así la sinagoga.
Aunque no conocemos la fecha de su construcción, el hecho de estar junto a la muralla la expuso a , constantes ataques y cercos de la ciudad sufridos en 1369, 1418, 1456, 1467, 1476, etc…
Relacionada con la sinagoga estaría el micvé-tahará para el baño ritual.
El baño ritual se realizaba en una fuente natural de manantial o agua de lluvia, usándose para la purificación de personas que habían estado en contacto con impuras (menstruación de mujeres, por ejemplo) o habían adquirido alguna enfermedad contagiosa. Hoy queda el nombre de la Porta Pía, cercana a la  desaparecida sinagoga.
Los mercaderes
Fue Tui desde antiguo un punto estratégico para el comercio. Cruce de varias vías naturales, río Miño…favorecía el desenvolvimiento de las relaciones comerciales con toda la región y el exterior a través de sus importantes puertos fluviales. Se cargaba en las riberas del Miño un navío periódicamente con mercancías para  Flandes y Aragón siendo lugares de concentración Valença y Tui.
Hubo entre los judíos de Tui, mercaderes, orfebres, carniceros, médicos.

Casa de la carnicería
El decreto de expulsión
El sueño de un reino homogéneo religiosamente y sin peligros para la fe llevó, entre otras razones, al decreto de 31 de marzo de 1492 dictado por los Reyes Católicos, pretendiendo así arreglar el “problema” de los conversos, de cuya fe  no se fiaban. Se les concedía un plazo de cuatro meses para abandonar los reinos de Castilla y Aragón.
Tui, como importante punto fronterizo, además de su posibilidad como puerto fluvial, sería lugar de salida de muchos judíos que optaron forzadamente por el exilio.
Quizás la mitad de judíos tudenses marcharon. El destino de este exilio es difícil de precisar, aunque lo más lógico pudiese ser Portugal. Será a partir del S. XVI cuando las comunidades europeas se refuerzan con elementos sefardíes cuando se producirá un efecto llamada de los conversos perseguidos por la Inquisición.
La sinagoga y el cementerio de la comunidad judía tudense pasan a ser propiedad del obispado. No se hizo nada especial con estas propiedades, la vieja sinagoga estuvo transformada en una caballeriza para luego ser aforada a importantes personajes de la burguesía local.

Cristianos nuevos
En Tui, la convivencia de los “cristianos nuevos” parece que no fue muy distinta a la vieja tolerancia hebraico-cristiana, a pesar de la imposición y persecución de la Inquisición por toda España, en Tui, y en general en Galicia, no se dio el acoso que sufrieron los judíos en otras regiones.
Portugal no llegó a expulsar a sus judíos. En 1492, cuando una gran cantidad de hebreos de Castilla se instala en Portugal (no sin dificultades y grandes latrocinios) los monarcas portugueses los acogieron sin problema, aguardando las ganancias y tributos. Pero en 1496 se verá obligado a otra drástica medida. El pacto matrimonial entre las coronas de Castilla-Aragón con Portugal, obligaría al rey D. Manuel I, convenientemente asesorado, no a expulsar a los judíos, para evitar el quebranto económico, pero si  a convertirlos a todos por la fuerza.
D. Joao III (cuñado de Carlos I) instalará la Inquisición en Portugal. Radicada en Coimbra desde 1536 comenzará a actuar. En 1541 se realiza el primer Auto de Fe en Portugal, obligando a la huida a muchos conversos, cuyo destino será Galicia. Fueron muchos los judíos portugueses que llegarían a Tui y allí se  instalarían. Aunque habrá diferencias de clase, predominarán las clases adineradas y las profesiones más técnicas.
En la 2ª mitad del S. XVI tenemos una relación de médicos portugueses que atenderán al cabildo de sus enfermedades.
En 1601 el cabildo tudense  decide establecer  los Estatutos de Limpieza, para evitar la entrada de cristianos nuevos que estaban accediendo con rapidez a cargos eclesiásticos. El cabildo conocía la presencia en Roma de varios conversos tudenses aguardando alguna vacante.
El principal era Francisco Coronel, miembro de una importante familia conversa establecida en Tui, cuyo nivel económico le permitía conseguir del Papa tan ansiada canongía.
No se sabe si en realidad existía una predispuesta animadversión de algunos componentes del cabildo hacia esta familia, pero todo el proceso posterior, interrogatorios, pleitos e intervención inquisitorial se asemeja más que obedece a una “persecución personal” contra la familia Coronel, que a un problema general de conversos y judaizantes.
Tui aporta todos los datos de la vida de una comunidad judía peninsular: las casas de los judíos, la sinagoga, su baño ritual, su cementerio, su carnicería, los judíos que marchan tras la expulsión de 1492, los que se convierten al cristianismo, el cripto-judaísmo y las persecuciones del Santo Oficio de la Inquisición. Todos estos datos, hechos y restos materiales, indican la importancia de la comunidad judía en la historia de Tui.
El ayuntamiento de Tui viene organizando en los últimos veranos visitas guiadas por el circuito donde aún se aprecian las huellas de la comunidad que suelen ser muy bien acogidas por el público, mayoritariamente de fuera de Tui.

viernes, 10 de febrero de 2012

Obrero Gourmet

Desde que nuestro país, miembro del selecto club de la UE, se subió al tren de los cambios monetarios y comenzamos a abandonar las pesetas “rubias” por los novedosos euros echo mis cuentas en la moneda de curso corriente, y me peleo con una hermana, que cada vez que compra una pieza de ropa, se empeña en hacer cálculos para saber cuántas pesetas cuesta.
Para convencerla le repito una y otra vez: Si la pensión te la pagan en €, sólo tienes que calcular si puedes permitirte esa compra. Pero fracaso una y otra vez. Ella, sigue haciendo el cambio. Le da seguridad
Esta mañana fui yo la que hizo lo mismo.
No se trataba de comprarlas, ya había llenado mi carrito de la compra, volvía a la caja para pagar, y no pude resistirme, ni a la foto ni a la conversión de la moneda.
Últimamente, siento la curiosidad de leer las etiquetas, me interesa comprobar el punto de origen de la producción – cuando se trata de productos agrícolas – o de extracción – cuando se trata de pescado.
Esta mañana, la etiqueta de las judías verdes me indicaba su procedencia marroquí.
Recuerdo aquél artículo de prensa económica que contaba cómo varios empresarios españoles habían comprado grandes extensiones de terreno en el Sahara.
La Política Agraria Común, gestiona el 40% del presupuesto de la Unión Europea. Nuestra Agricultura sobrevive subvencionada, para garantizar una renta mínima a los agricultores, y a menudo vemos escandalosas subvenciones a las casas más potentes de la península ibérica (Alba).
Así que me pareció buena idea la de que algunos empresarios españoles trasladen su actividad a otro continente que necesita de inversores que generen puestos de trabajo en países africanos. La mano de obra local facilita la competencia en precios y la producción económica de alimentos.
Todo mi razonamiento de entonces se puso en cuestión esta mañana: En una cadena de supermercados se venden las judías verdes, de procedencia africana a 3.95 € el kilo. ¡¡¡A 630 pesetas el kilo!!!
Yo acostumbro a consumir productos de temporada. No es tiempo para comprar las judías producidas en España, lo sé. Pero los últimos veranos, en las cadenas de supermercados de la zona del Baixo Miño, la mayor parte de las judías verdes que se podían comprar procedían de Marruecos.
Una, tiene en el recuerdo las buenísimas judías de O Rosal que se vendían en la Plaza de Abastos de A Guarda.
En algunos supermercados, el rincón de frutas y verduras, a juzgar por los precios, podrían poner el siguiente letrero:”Rincón del Obrero Gourmet”.



miércoles, 8 de febrero de 2012

Silencio

Silencio, se rueda.
José Luis Cuerda vuelve a ponerse al frente de un equipo de rodaje.
Como en “El bosque animado” (1987); “La lengua de las mariposas” (1999); y “Los girasoles ciegos” (2008) renueva su mirada sobre literatura gallega y toma nuestra tierra como mágico escenario de sus películas.
En esta ocasión el guión cinematográfico tiene su apoyatura en la obra de Manuel Rivas “Todo es silencio”.
Como todas las primaveras, en la pasada me acerqué al parque del Buen Retiro, me gusta pasear entre árboles y libros.
Entre otras, visité la caseta donde Manuel Rivas firmaba. Yo hubiese querido leerlo en gallego, pero no supe esperar.
Dibujó, con su estilográfica, la página en blanco del libro. Y dejó una literaria dedicatoria: Para Tini, con silencio amigo.
Ya tenía conciencia clara de la trascendencia de los silencios, pero esa dedicatoria se grabó en el disco duro de mi cerebro.
En su novela, Rivas recrea una sociedad, en un territorio que puede ser todos los territorios, cuyas gentes saben que cuando al hablar te juegas la vida, todo es silencio.
Puedo entender unos silencios. Otros no.
España es el 2º país del mundo en fosas clandestinas. (Detrás de Camboya)
Con motivo del juicio al juez Garzón, estamos viendo y escuchando a muchas víctimas del genocidio franquista, relatando, como testigos de la defensa, los secuestros, robos, asesinatos de sus familiares.
Después de la guerra, todo era silencio. Sólo roto por los tiros en la nuca y el llanto.
Qué bien se puede entender el silencio que impone el terror. Ese silencio preñado de miedo.
Ayer, 6 de febrero, se celebró, en el Círculo de Bellas Artes un acto denominado “Memoria contra la impunidad”.
Entre otros muchos textos se leyó éste:

En estos años de democracia muchos hombres y mujeres
no han tenido la oportunidad de desprenderse de su miedo
porque el recuerdo de su tragedia ha sido un tabú.
Este poema se dirige a todos ellos.
Es un silencio largo, cruel, pesado,
es una soledad que arrasa el cielo,
es un lugar distante, un desconsuelo,
es un miedo brutal, antepasado.
Es una voz inmóvil, roca y hielo,
es un sonido sordo, plomo alado,
es angustia es dolor petrificado
es una mano inerte a ras de suelo.
Su boca no funciona como boca,
hay memoria en su voz, enmudecida,
que espanta siempre al verbo que la toca.
Su labio, más que labio es una herida,
un trágico pasado que disloca,
la amarga comisura de su vida.


El silencio protegió, impregnó el ADN de la generación de nuestros abuelos, y nosotras crecimos escuchando, en la intimidad de nuestras casas, la verdad, frente a la propaganda oficial.
Es fácil entender ese largo silencio de treinta y tantos años. Es fácil entender a aquella sociedad que se amparó en el silencio, sabían que cuando al hablar te juegas la vida, todo es silencio.

Otros silencios son más difíciles de entender.
Hoy se publica en un diario de gran difusión que El Vaticano admite que en los últimos 10 años, se han producido 4.000 casos de pederastia, abusos sexuales a menores, en el seno de La Iglesia Católica. 400 casos anuales. Más de 40 casos diarios. Así mismo admite que esa práctica es delictiva y que no han reaccionado frente a ella.
No hubo desconocimiento. Hubo encubrimiento.
Todo tapado por el silencio, roto únicamente por la voz de las víctimas.
Estoy convencida de que ese silencio no es amigo.
Es un silencio culpable, delictivo, inmoral.
Ese es el silencio que no estoy dispuesta a comprender.



Ana R. Cañil, acostumbrada a seguir un rastro sin decaer, en su más reciente investigación no tuvo más remedio que rendirse a la evidencia: conocía los hechos, pero no podía confirmarlos. Había seguido la pista de un personaje siniestro, maría Topete Fernández (1900-2000) directora de la Prisión de Madres lactantes de Madrid, desde donde organizó, con la ayuda de la Iglesia – la adopción de miles de niños.
La escritora planeaba escribir un nuevo libro de investigación, M. Topete había muerto en el año 2000 y para contar su historia tendría que recurrir a testimonios de fallecidos. No era suficiente. Estuvo a punto de abandonar la empresa,  pero se convenció de que podía narrar esa historia recurriendo a la novela. Inventó unos personajes de ficción para que convivieran con los reales. Jimena Bartolomé, la protagonista, es una recreación que representa a “la tercera España, ni roja ni nacional, pero a quien los hechos llevan a ser una represaliada”.
Las peripecias de esta mujer en la cárcel sirven a la autora para contar la verdad de los primeros años de la posguerra española y para presentar a mujeres que pertenecen a la realidad como Trinidad Gallego.
La autora aprovecha parta rescatar las espeluznantes y alucinadas teorías del psiquiatra Vallejo-Nágera, quien desarrolló una pavorosa teoría, según la cual, “los marxistas tenían un gen equivocado”.
Lo que Ana R. Cañil nos cuenta en “Si a los tres días no he vuelto” muestra que el robo de niños hunde sus raíces en la dictadura franquista.
A Trinidad Gallego, al terminar la guerra la detuvieron junto con su madre y su abuela, de 87 años. Siempre creyó que la había denunciado un vecino falangista. Tras escuchar decenas de penas de muerte, respiró aliviada cuando en su juicio sumarísimo la condenaron a 30 años y un día de prisión. La llevaron a Ventas, una cárcel abarrotada de mujeres y de niños recién nacidos en la que trabajó de comadrona. Vio morir a muchos y desaparecer de un día para otro a otros muchos. En los registros penitenciarios no quedó huella alguna de aquellas víctimas de la represión franquista cuyos hijos habían nacido en la cárcel o pasado sus primeros años en ella. En numerosos casos, las madres de aquellos niños habían sido fusiladas al poco de dar a luz. El Estado, en virtud de leyes dictadas en 1940 y 1941, se hacía cargo de la patria potestad sobre los descendientes de aquellos republicanos represaliados.
El abogado Fernando Magán presentó en 2009 un escrito en la Audiencia Nacional con el nombre de Trinidad Jiménez y otros para pedir al tribunal que tomara con urgencia su testimonio sobre casos de robos de niños. La sala de lo penal tardó dos años en responder: desestimado.
Su testimonio podría haber aportado algo de luz sobre los miles de niños -según se estima, hubo unos 30.000 casos- robados durante el franquismo; algunos para ser ingresados en seminarios u hospicios; otros para ser entregados en adopción a familias comprometidas con el bando vencedor y todos para ser reeducados, en aplicación de la vesania eugenésica de Vallejo Nájera.
Trinidad Gallego murió con la memoria fresca. "Pero ningún juzgado me ha escuchado", dijo en la última entrevista que concedió al diario El País.
Antes de su muerte, en diciembre de 2011, manifestó: “Los niños robados en la guerra y la posguerra son un asunto político, pero los de la última etapa están más relacionados con redes de extorsión mafiosas”.
Dijo que ella vio las presiones para que las madres entregasen a sus hijos, pero como los historiadores, no tiene pruebas.
“Y tengo la sensación de que el muro es de la Iglesia, si ésta no abre sus archivos de adopciones y donaciones…será difícil”.
La historia de los niños “apropiados” – así prefieren ellos que se les llame – hunde sus raíces en el franquismo. Aunque en los primeros años estuvo cargada de ideología – robaban a los hijos de las presas políticas y mujeres republicanas para dárselos a familias conservadoras – pronto se convirtieron en tramas puramente económicas que extendieron sus tentáculos más allá de la dictadura. Lo atestigua Francisco tena, sociólogo y experto en la materia que lleva años rastreando el orígen de algunas de estas personas.
“Los casos más numerosos se dieron entre 1963 y 1970, aunque yo manejo casos de 1943 a 1995. En 50 años, ¡imagínate todos los afectados que pudo haber!, exclama.
Algunos de estos casos comenzaron a salir arriba en los últimos episodios del programa de telerrealidad dirigido por Paco Lobatón “Quien sabe dónde”.
Conocimiento de la atrocidad por parte de mucha gente.  Testigos innumerables. Una sociedad enferma de silencio.
Una está dispuesta a comprender ese silencio en los años de hierro, los de la dictadura y los posteriores a la muerte del dictador.
Pero no quiero comprender el silencio culpable, el silencio delictivo, el silencio inmoral de tanta gente que, en los años de la democracia no quiso romperlo para que se hiciese justicia.
¡Cuánto dolor! ¡Cuánta avaricia! ¡Cuánto silencio!
Qué bien entiendo la dedicatoria que Manuel Rivas me dejó en la página en blanco de su libro: CON SILENCIO AMIGO.