Reportajes

jueves, 17 de febrero de 2011

El hachazo


Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.

“Elegía a Ramón Sijé” – Miguel Hernández – 1.936

Cuando Miguel Hernández escribió el poema que contiene esas palabras estallaba en España una guerra que nunca tuvo que haberse producido, por el dolor, la sangre y las vidas que costó. Una herida profunda, que duró muchos más años.

La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos.”

Actualmente asistimos a una guerra, aunque no se quiera denominarla así. En esa guerra se han producido ya, a día hoy, 11 bajas en el breve espacio de tiempo que ha transcurrido desde que comenzara el 2011. Una media de una víctima cada 4 días. Todas ellas mujeres. 


La última se llama Susana. Susana María Galeote, de 37 años. Vivía. Llevaba su vida como mejor podía. Volvía de dejar en el colegio a sus hijos en el barrio malagueño de El Palo. El homicida, que tenía una orden de alejamiento, asestó un hachazo a la víctima.   15 febrero de 2011.
Tenía una sentencia condenatoria dictada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Málaga por dos delitos de amenazas en el ámbito familiar y por un delito de maltrato simple, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). No obstante, posteriormente se suspendió la pena de prisión por dos años, condicionada al cumplimiento de cursos en materia de igualdad. Había asistido a ocho sesiones.
La mujer había solicitado el servicio de teleasistencia móvil para víctimas de violencia de género, que, sin embargo, le había sido denegado por considerar que el nivel de riesgo era bajo.
Quién, con la situación alarmante que vivimos, puede permitirse declarar que el nivel de riesgo es bajo ? Con dos amenazas de muerte a su mujer…
Evidentemente, alguien que no siente que cada vez que una mujer muere, muchas mujeres mueren. Alguien a quien el primitivismo de la ideología machista no alarma.
Puede entenderse la calificación de bajo riesgo en el primer momento, pero debería de haberse hecho un seguimiento posterior, porque los pensamientos y las actitudes son cambiantes.

Parece claro que las víctimas de violencia, además, sufren discriminación.
Las asociaciones de víctimas de terrorismo han logrado salir del silencio vergonzante y cómplice en que les había metido la sociedad española en los años duros del tiro en la nuca y los coches bomba. Han logrado romper el silencio y convertirse en un grupo de presión. Han logrado leyes que además de reconocimiento, aseguren la viabilidad de futuro de los huérfanos de atentados terroristas, familiares o víctimas con necesidades de tratamiento médico.   


Con el simple seguimiento de los medios de comunicación se puede constatar que las víctimas de la violencia de género no tienen el mismo trato: se recorta el presupuesto en las casas de acogida de mujeres maltratadas, no hay compensaciones económicas a los huérfanos de las madres muertas a manos de sus parejas o exparejas, no se toma con la misma seriedad cada caso que llega a los juzgados, y así un largo etcétera.  
Nuestro país dispone de la mejor ley integral que se ha elaborado en el conjunto de los países democráticos. Tiene un paquete de medidas para su desarrollo, que se van perfilando con su puesta en práctica. Se ha avanzado. Pero no es suficiente para tratar un problema que hunde sus raíces en una ideología de la desigualdad.


Y no parece que sea prioritario para TODOS los partidos políticos t0marse el problema en serio. He oído a la oposición pedir cuentas en el Congreso sobre el desarrollo de la ley, mientras asistía a la desfachatez de ver cómo en las comunidades donde ese partido tiene la responsabilidad del gobierno, el cumplimiento de la misma ley deja mucho que desear y los organismos creados para el desarrollo de la misma, sufría merma presupuestaria cuando no la desaparición.


No es mi intención salvar a nadie de sus propias responsabilidades ni hacer acusaciones gratuitas. Pero cuando se produce una cadena de errores en temas de asesinatos de mujeres, es sangrante ver una carrera entre las instituciones implicadas para repartirse las culpas o sacudírselas.  
Sabemos el nombre del asesino. El es el máximo responsable.


Y va siendo hora de asumir que por omisión también lo son muchas más personas: las que tratan el tema con ligereza en los despachos donde se hacen las denuncias, las que dejan sola a la mujer que se ha atrevido a dar el paso de denunciar, las que tienen partidas presupuestarias para muchas cosas no prioritarias y restringen el dinero en cambio cuando se trata de invertir en el seguimiento de potenciales asesinos…


Es necesario dar un ALDABONAZO  para provocar rechazos clarísimos a cuanta violencia suceda a nuestro alrededor. Y pedir, exigir a quien esté al frente de las instituciones públicas que den igualdad de trato  a  los hijos e hijas de tantas mujeres asesinadas como el que se da a las víctimas del terrorismo. Porque el maltrato domestico, oculto en el interior de un hogar, es lo más parecido que hay al terrorismo.
Y si de hachazos se trata, que sea un hachazo a la guerra que produce tantas víctimas en nuestra sociedad.
Los hijos de Susana merecen una mejor respuesta. También de la sociedad civil.

1 comentario:

  1. Os partidos políticos, en xeral, agás algunhas excepcións, que afortunadamente, ás hai, non están á altura das circunstancias, como tampouco o están algúns estamentos e institucións.
    Como na saúde, o mellor remedio - alomenos así o coidamos nós - está na prevención.
    Cómo é posible que en moitos casos, tendo probas dabondo do que está acontecendo, se permita que un maltratador, logo de haber sido condeado, poida vulnerar algo tan esencial como é a orde de alonxamento?
    Cómo se pode admitir que a pesares de ter coñecemento da existencia de antecedentes de violencia doméstica, as autoridades competentes,nalgúns casos, poidan inhibirse e deixen desprotexidas ás víctimas, aínda tendo precedentes das tráxicas consecuencias que acostuman conlevar?
    Por iso, e por moitas razóns máis, apoiamos ese ALDABONAZO que deber despestar ás conciencias e ás mentes de toda a sociedade civil para sermos máis esixentes con tódolos que teñen responsabilidades e por veces, semellan que non teñen conciencia dos danos que coa súa presunta laxitude están ocasionando nas persoas que sofren ás moi diversas formas de violencia.
    INFOGAUDA
    infogauda.blogspot.com

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